¿Hay instrumentos que huelen tan intensamente como un perro?

Si. Existen varias tecnologías de detección de vapor que, bajo ciertas condiciones, son tan sensibles a ciertos compuestos como los perros. Sin embargo, esta no es toda la historia. Cada tecnología, incluidos los perros, tiene fortalezas y debilidades para la implementación en escenarios del mundo real. Por ejemplo, si la tarea de detección es altamente repetitiva en sus características y requisitos, se podría requerir un enfoque instrumentado. Sin embargo, si la tarea involucra características y variabilidad únicas, los perros podrían ser la mejor opción. Entonces, si el trabajo es buscar la construcción de bombas, resulta que los perros tienen ventajas importantes. Por otro lado, si la tarea es utilizar los gases de los compuestos asociados con una enfermedad (por ejemplo, cáncer de piel) en entornos médicos, tendría sentido identificar los compuestos relevantes y luego construir un sensor económico que se adapte estrechamente necesidades. Cada desafío de detección tiene una variedad de requisitos particulares que deben ser acomodados.

Por cierto, hace algunos años, DARPA patrocinó un importante programa de investigación sobre detección de minas terrestres. Se financió una serie de tecnologías de detección, una de las cuales fue el olfato canino, que en parte fue acompañado por el viaje para establecer el estándar de detección para las tecnologías basadas en la química.