Depende mucho del tipo de oficina y del ambiente que desea crear.
No recomendaría un animal de oficina para ningún tipo de consultorio médico o dental o área de recepción.
Además, un animal de oficina debe ser muy relajado y distante. Realmente no puedes tener un gato que intente frotar contra las piernas de cada cliente o un perro que quiera lamer a todos los que entran por la puerta.
Pero si la oficina solo está ocupada por empleados, y si todos están de acuerdo, entonces un animal de oficina puede ser beneficioso de varias maneras:
1. Tomar un momento para acariciar a un gato o rascar las orejas de un perro puede reducir los niveles de presión arterial cuando un empleado está teniendo un momento de tensión o un día frustrante.
2. Un gato hermoso o un perro encantador es como una decoración ‘móvil’. A medida que se mueve por la oficina, elimina la sensación de “el mismo viejo mismo” de la atmósfera.
3. Un animal de oficina promueve un sentimiento de responsabilidad comunitaria entre los compañeros de trabajo, brindándoles la oportunidad de consultar y comentar sobre el cuidado y el comportamiento de la mascota, presentando momentos de contacto personal además de la interacción comercial únicamente.
Tenga en cuenta que alguien tendrá que ser responsable del animal los fines de semana y los días cerrados.