En realidad, hay algo de comida humana que el perro puede y no puede comer. Pero la razón principal por la cual los perros no pueden comer alimentos humanos es porque los perros u otros animales tienen un metabolismo diferente. Puede dañarlos, causar trastornos digestivos leves, otros causar enfermedades graves o, lo que es peor, provocar la muerte.
A continuación se presentan ejemplos de alimentos que deben evitarse.
- Bebidas alcohólicas: pueden causar intoxicación, convulsiones, bajo nivel de azúcar en la sangre, arritmias, coma y muerte.
- Avocad: las hojas, semillas, frutos y corteza contienen persina, que puede causar vómitos y diarrea.
- Huesos de pescado, aves u otras fuentes de carne. Puede causar obstrucción o laceración del sistema digestivo.
- Comida para gatos: generalmente demasiado alta en proteínas y grasas.
- Chocolate, café, té y otra cafeína: contienen cafeína, teobromina o teofilina, que pueden causar vómitos y diarrea y ser tóxicos para el corazón y el sistema nervioso.
- Extractos de aceite de cítricos: pueden causar vómitos.
- Recortes de grasa: pueden causar pancreatitis.
- Pescado (crudo, enlatado o cocido): si se alimenta exclusivamente o en grandes cantidades, puede producir una deficiencia de tiamina (una vitamina B) que conduce a la pérdida de apetito, convulsiones y, en casos graves, la muerte.
- Uvas, pasas y grosellas: contienen una toxina desconocida que puede dañar los riñones. No ha habido problemas asociados con el extracto de semilla de uva.
- Lúpulo: el compuesto desconocido causa jadeo, aumento de la frecuencia cardíaca, temperatura elevada, convulsiones y muerte.
- Suplementos vitamínicos humanos que contienen hierro: pueden dañar el revestimiento del sistema digestivo y ser tóxicos para los otros órganos, incluidos el hígado y los riñones.
- Nueces de macadamia: contienen una toxina desconocida que puede afectar el sistema digestivo y nervioso y los músculos.
- Marihuana: puede deprimir el sistema nervioso, provocar vómitos y cambios en la frecuencia cardíaca.
- Leche y otros productos lácteos: algunos perros y gatos adultos pueden desarrollar diarrea si se les dan grandes cantidades de productos lácteos.
- Comida mohosa o en mal estado, basura: puede contener múltiples toxinas que causan vómitos y diarrea y también pueden afectar a otros órganos.
- Hongos: pueden contener toxinas, que pueden afectar múltiples sistemas en el cuerpo, causar conmoción y causar la muerte.
- Cebollas y ajos (crudos, cocidos o en polvo): contienen sulfóxidos y disulfuros, que pueden dañar los glóbulos rojos y causar anemia. Los gatos son más susceptibles que los perros.
- Caquis: las semillas pueden causar obstrucción intestinal y enteritis.
- Huecos de duraznos y ciruelas: pueden causar obstrucción del tracto digestivo.
- Huevos crudos: contienen una enzima llamada avidina, que disminuye la absorción de biotina (una vitamina B). Esto puede conducir a problemas en la piel y el pelo, así como a anomalías neurológicas. Los huevos crudos también pueden contener Salmonella .
- Carne cruda: puede contener bacterias como Salmonella y E. coli , que pueden causar vómitos y diarrea. *
- Hojas de ruibarbo: contienen oxalatos, que pueden afectar los sistemas digestivo, nervioso y urinario.
- Sal: si se come en grandes cantidades, puede provocar desequilibrios electrolíticos, convulsiones e incluso la muerte.
- Cadena: puede quedar atrapado en el sistema digestivo; llamado un “cuerpo extraño de cuerda”.
- Alimentos azucarados: pueden provocar obesidad, problemas dentales y posiblemente diabetes mellitus.
- Desechos de mesa (en grandes cantidades): los desechos de mesa no están nutricionalmente equilibrados. Nunca deben ser más del 10% de la dieta. La grasa debe ser cortada de la carne; Los huesos no deben ser alimentados.
- Tabaco: contiene nicotina, que afecta el sistema digestivo y nervioso. Puede provocar latidos cardíacos rápidos, colapso, coma y muerte.
- Masa de levadura: puede expandirse y producir gases en el sistema digestivo, causando dolor y una posible ruptura del estómago o los intestinos.
- Xilitol (edulcorante artificial): puede causar niveles muy bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia), lo que puede provocar vómitos, debilidad y colapso. En dosis altas puede causar insuficiencia hepática y muerte.