Pequeñas y astutas criaturas del diablo. Se sientan en tu pecho y te roban el aliento. Se cubren el cuello, como bufandas cálidas y peludas en medio de la noche, y cuando te despiertas sin aliento te miran con esa expresión perpleja que les va muy bien.
“¿Qué?” Preguntan ellos. “¿No te gusta que tu cuello esté caliente?”
Luego está la forma en que te roban la comida. Tratando de matarte de hambre. En el instante en que le das la espalda. Tan pronto como hayas terminado de cortar los muslos de pollo en tiras limpias para freír, mientras alcanzas el aceite de maní, allí están, agarrando el trozo de pollo más cercano, saltando al piso y comen a comerlo como si no Es una preocupación en el mundo.
“¿Qué?”, Dicen con sus enormes ojos verdes mirándote maravillados. ¿No cortaste ese pollo por moi? ¿Quieres que me muera de hambre?
- ¿Qué harías si te sintieras mal por tu bebé que fue saltado por el perro de tus suegros y tu hijo fue culpado por ello? En cambio, compadecieron al perro.
- Cómo hacer que mi gato salte sobre los pies
- ¿Cuál es la mejor manera de curar a un perro cuando sufre de parvovirus?
- Cómo manejar la mortalidad de mi mascota
- Tengo un gato de 8 años que ha vomitado dos veces en los últimos 2 meses. ¿Debo cambiar su comida húmeda para madurar?
“¿Qué hay de mí?”, Puede preguntar. A los gatos no les importa. Ellos tienen el suyo.