Nosotros, los humanos, dependemos de nuestros ojos mientras creemos o percibimos algo. Nuestra visión nos ayuda a comprender qué está pasando o cuáles son las cosas con las que estamos lidiando. Es nuestro órgano sensorial principal.
Para los perros, su nariz y lengua dependen principalmente. A diferencia de los humanos, los perros entienden todo por energía. Perciben algo por su energía. Mientras huelen o lamen a alguien, recopilan información clave sobre esa persona, como el nivel de energía, el miedo, la ansiedad, la naturaleza, etc. El olfateo y el olfato les ayudan a creer y comprender el entorno al igual que nuestros ojos lo hacen por nosotros. Para ellos, su nariz y lengua son más confiables que sus ojos. Además, al igual que muchos reptiles y algunos otros mamíferos, los perros tienen un receptor de olor en la boca, conocido como el ‘ órgano de Jacobson ‘, que ayuda a recolectar el olor químico y enviarlo directamente al cerebro. Es una característica adicional que ayuda a los perros a analizar olores y olores complejos. Entonces, cuando su perro está olfateando a un extraño, en perspectiva humana, su perro está mirando de cerca a esa persona.