En 2017, el perro mascota de nuestra familia, Jumper Liew, baila a través del puente del arco iris hacia el paraíso canino.
Mi “hijo” nos dejó poco antes del Año del Perro según el calendario chino del zodiaco.
Desde el momento en que trajimos a Jumper a casa, nos llevó a través de una montaña rusa de emociones.
A pesar de todo, Jumper nos trajo mucha alegría y nos enseñó muchas lecciones valiosas de la vida.
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Estas son lecciones que todo dueño de perros puede aprender de su mascota.
1. Prosperar como un dador de vida.
Se sabe que los perros son los mejores amigos de los humanos.
La investigación muestra que los dueños de perros generalmente viven más tiempo y corren menos riesgo de muerte debido a enfermedades cardiovasculares u otras causas.
Las razones pueden deberse a que los perros tienen una forma de hacer que sus dueños sean más activos en los ejercicios y actividades físicas.
Los contactos sociales con los perros también pueden aumentar las emociones positivas y, por lo tanto, contribuir al bienestar general.
Al igual que los perros, también debemos tratar de ser un dador de vida y ser un factor positivo en la vida de las personas que nos rodean.
Estas personas deberían estar mejor con nosotros que sin nosotros.
Deberían dejar una reunión con nosotros sintiéndose más positivos y eufóricos que antes de conocernos.
2. Sé el mejor de los amigos.
Los perros pueden estar más comprometidos a vincularse contigo que muchos de tus amigos.
Con frecuencia pueden amarte más de lo que te amas a ti mismo.
Lo admirable es que parecen tener un corazón para muchas personas, incluidos los extraños.
Buscan ser amigables con todos sin discriminación ni reservas.
Hay estudios que muestran que los perros están genéticamente conectados para ser muy sociables, amables, empáticos y extrovertidos.
Están inclinados a tener un contacto visual prolongado y estar hipermotivados para tener contactos humanos.
Quizás podamos aprender a desarrollar estas cualidades y aplicarlas adecuadamente para que nosotros también podamos ser buenos amigos para los demás.
Para tener los mejores amigos, comienza con nosotros.
Necesitamos ser los mejores amigos para atraer a las personas adecuadas y construir una relación positiva con ellos.
Caso en cuestión, muchos dueños de perros le contarán sobre la alegría de volver a casa con un perro mascota.
Sus perros siguen siendo tan entusiastas en darles la bienvenida a casa, incluso si lo han hecho durante años.
Los perros no se contendrán al expresar su amor por sus dueños.
Y no aman a sus dueños con ninguna expectativa.
¿Cuándo fue la última vez que mostramos nuestro amor, cuidado y preocupación a nuestros seres queridos regularmente?
¿Hemos demostrado nuestra apreciación de una manera emotiva?
3. Saborea cada momento de la vida.
Para los perros, la vida es para vivir.
La vida debe ser apreciada y celebrada.
Se despiertan por la mañana y esperan la vida.
Cada día es como un nuevo día y un nuevo comienzo para tener lo mejor de la vida.
No hay preocupaciones sobre el pasado ni temores para el futuro.
No llevan maletas negativas del pasado y no guardan rencor contra los demás.
En cambio, están dispuestos a perdonar y olvidar y reiniciar una relación.
No se preocupan por las malas experiencias.
Las malas experiencias no valen más que la indulgencia en el gran esquema de la vida.
Los perros tampoco permitirán que las preocupaciones sobre el futuro los detengan o repriman su avance.
Viven plenamente en el momento presente y disfrutan de las cosas más simples y mundanas.
Mientras estén vivos, seguirán agradecidos y felices.
Y aman lo que sea que estén haciendo, y ponen todo lo que tienen para hacerlo.
Cuando es hora de jugar, juegan al máximo y no tienen miedo de parecer tontos.
Se divierten mucho mientras hacen sus actividades divertidas y divertidas en muchas ocasiones para sus dueños.
Incluso cuando comen la misma comida, parecen saborear cada bocado de sus comidas.
Su curiosidad y espíritu aventurero los llevan a comenzar casi cualquier cosa y probar casi todo por primera vez.
Si les gusta la nueva actividad, habrían aprendido a participar en otra actividad para enriquecer sus vidas.
Sin embargo, si no les gusta la actividad, aprenderán a no volver a hacerlo.
Los perros no se precipitarán en un arbusto de espinas dos veces.
Tienen una capacidad inerte para adaptarse y adaptarse a diferentes circunstancias con bastante rapidez.
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y miraste un caracol, saboreas bien la comida, respiras el aire fresco y juegas con algo que es viejo y simple?
¿Con qué frecuencia has escuchado el canto de un pájaro, te has enlodado y desordenado, has descansado bien y has dedicado todo tu ser a conectarte con otra persona?
4. Dar de sí mismo a una buena causa.
Se sabe que los perros son leales, valientes y confiables.
Si nos aman, harían cualquier cosa por nosotros y para protegernos.
Incluso si lo hemos perdido todo y no mucha gente estaría con nosotros y detrás de nosotros, nuestro perro aún estaría allí para nosotros.
Nos escucharán y compartirán nuestro dolor y tristeza sin juzgarnos ni quejarnos de nosotros.
Y llénanos de amor y compasión, libre e incondicionalmente.
En una sociedad acomodada donde el materialismo puede prevalecer sobre la relación, la lealtad, el coraje y la confiabilidad son virtudes raras y deseables.
¿Con cuántas personas se puede confiar que sean leales a sus amigos y se mantendrán firmes con ellos?
¿Cuántos serán leales a su país y comunidad por una buena causa y lucharán por su bien mayor?
5. Vive tu mejor yo.
Los perros no se comparan con los demás.
No les importa lo que otros perros piensen de ellos.
O salga del camino para impresionar a otros y demostrar que son mejores que ellos.
Viven auténticamente y lo mejor de sus propias vidas.
A diferencia de los perros, tenemos una tendencia a compararnos con los demás.
Al hacerlo, perdemos la noción de quiénes somos y quiénes deberíamos ser.
Como resultado, podemos atraer involuntariamente emociones negativas como los celos, el descontento y la infelicidad hacia nosotros mismos.
Cuando aprendemos a amarnos y a aceptarnos a nosotros mismos, estaremos más dispuestos a ayudar a los demás y ser un contribuyente neto a sus vidas.
En conclusión, los perros son buenos maestros.
Pueden ayudarnos a reflexionar sobre la vida y tal vez mostrarnos quiénes debemos ser y cómo debemos vivir nuestras vidas.
¿Qué otras lecciones de vida puedes aprender de los perros?