Como cualquier otro perro.
Necesario para una coexistencia pacífica: buenos modales (incluidas las reglas personales de su casa), control de impulsos, inhibición de mordeduras, socialización exhaustiva y aceptación de todo tipo de manipulación (tocar cualquier parte, incluidos los genitales (los menos “primeros” ocurren cuando necesita visitar un veterinario, mejor), revisando la boca, los ojos, la nariz, las orejas, las patas; dando píldoras, cortando las uñas, cepillando, bañándose, quitándose las garrapatas, etc.).
Extremadamente valioso : entrenamiento personalizado para aliviar las deficiencias personales de su perro, como timidez, agresión con correa, protección de recursos, ansiedad por separación, falta de motivación, excitabilidad excesiva, hábitos físicos desagradables (saltar, invasión del regazo, correr por las puertas, etc.) , sensibilidad excesiva a los estímulos. ¡Reconozca los síntomas tempranos y entrene en consecuencia para prevenir el comportamiento problemático antes de que se establezca como un problema!
Muy valioso : cualquier entrenamiento adicional (ya sean “trucos inútiles” o comportamientos prácticos) aumentará la comprensión entre usted y el perro, y ampliará las posibilidades de su comunicación. Se incentiva a un perro entrenado para que trabaje sus células cerebrales grises y preste atención a su humano. Cosas simples como “whoah! ¡apoyo! de esta manera, vamos, sí, ¡aquí abajo! y “vamos, saquemos esas rebabas” y “cooooold … más cálido – más cálido – ¡SI HAY BUENA CHICA!” le permite ser no solo un proveedor de alimentos y juegos, sino un activo valioso por el que vale la pena estar atento.