Mi esterotipo favorito es que los gatos no vienen cuando se los llama, especialmente por su nombre. No hay nada más divertido que la mirada en la cara de alguien cuando ven a mis cuatro gatos acostados en una pila, llamo uno de sus nombres, y un gato salta inmediatamente de la pila, mientras que los otros tres ni siquiera abren su ojos
El otro estereotipo favorito es el idioma que se escucha a menudo, el pastoreo de gatos. Cuando escucho que alguien usa este término, me gusta decirle: “tal vez lo estás haciendo mal”. Cada noche recojo a mis gatos, los coloco en el suelo frente a mí y procedo a caminar detrás de ellos mientras los cuatro entran. Si uno de ellos decide apartarse del camino, le doy un pequeño empujón en la dirección correcta con el pie y volverán a la normalidad.
¿Y qué tiene de tonto que los gatos negros sean mala suerte? Mi gato todo negro es sin duda el más dulce y amoroso de todos mis gatos. Tampoco tiene un hueso malo en su cuerpo, a diferencia del resto de mis gatos. Cuando lo pienso, no estoy seguro de si alguna vez he conocido a un gato negro hostil.
Sin embargo, hay bastantes estereotipos que a menudo son ciertos. Especialmente todo lo que verías en una caricatura de Garfield.
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