Sí, puede ser un susto, pero la sangre en las heces de los perros es bastante común y debería significar un viaje a la clínica de emergencia. Pero, ¿cuándo deberías preocuparte realmente? Bueno, todo depende del estado general del perro.
- ¿Ha estado comiendo bien?
- ¿Tiene apetito?
- ¿Notas una disminución en la energía?
- ¿Ha estado vomitando?
- ¿Cuánta sangre había en las heces?
- ¿Le causas dolor cuando le presionas el vientre?
- ¿Está hinchada la barriga?
- ¿Ha ingerido algo como anticongelante, plantas o cualquier otra sustancia?
- ¿Ha tenido diarrea por más de un día?
- ¿Sus glándulas anales se ven hinchadas?
Si ocurre algo de lo anterior y el perro NO está actuando de manera normal, entonces es absolutamente necesario un viaje rápido al veterinario para asegurarse de que no sea algo más serio que haber comido un hueso pequeño en el parque. Pero si el perro está activo, y come bien y actúa como antes, entonces puedes vigilarlo durante los próximos días para ver si vuelve a ocurrir. Si no vuelve a suceder, no tiene que correr a la clínica, pero asegúrese de que su veterinario le haga un chequeo lo antes posible.
A veces, los perros se tragan un pedazo de hueso, un juguete o algo que rasca las paredes de sus intestinos gruesos y hace que pase sangre a las heces. La sangre puede aparecer en las heces durante un par de días, pero luego debería desaparecer. Si no es así, una radiografía podría ayudarlo a ver si algo está atrapado allí. La cirugía puede ser necesaria para eliminar el objeto.
Los parásitos también pueden ser la causa de la sangre en las heces, ya que irritan las paredes del intestino. Los parásitos se pueden tratar con la medicación adecuada.
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Podría haber desarrollado una alergia a los alimentos que ha estado comiendo, o podría haber habido un cambio repentino de dieta.
Podría ser una infección de los sacos anales. Estos sacos se encuentran a ambos lados del ano y contienen una sustancia con la que los perros marcan su territorio. Se vacían cada vez que su perro defeca, sin embargo, a veces pueden infectarse si no se vacían por completo.
La sangre también puede ser causada por una inflamación del colon o el recto, o un tumor benigno o maligno en el abdomen o el área anal.