Hagamos una distinción entre “pelear” versus “pelear” o “pelear”.
Jugar a pelear es una parte natural de la vida de los gatitos. Les ayuda a mejorar las habilidades de caza y defensa personal, y también puede ayudarlos a aprender señales sociales. Los combates de juego pueden implicar morder y lidiar, y en su mayoría son silenciosos. Escuchará golpes y el chirrido ocasional, a veces incluso un leve silbido. Si uno de ellos huye, buscarán un lugar para emboscar al otro y dar la vuelta a la pelea.
Cuando alguien está cansado de pelear, lo dirá silbando o abofeteando, y generalmente el compromiso termina. Si no, puede transformarse en una verdadera pelea.
Las peleas reales se parecen, pero se nota que no son consensuales. La víctima gruñirá, aullará y / o silbará en voz alta y larga. Si alguien huye de una pelea real, será una escaramuza baja y urgente, no un trote hinchable. Por lo general, tratarán de encontrar un lugar para esconderse o defenderse, no contraatacar. Si eligen un lugar alto, se quedarán allí y golpearán al otro, en lugar de saltar sobre la cabeza del otro. La víctima solo quiere SALIR, y el agresor sigue presionando la ventaja.
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Para mí no está claro si los gatitos realmente “disfrutan” de las peleas de juego, pero es una herramienta de desarrollo saludable. Sin embargo, creo que es bueno intervenir en la lucha real, para que la víctima no se vuelva temerosa o demasiado defensiva.