Los perros que gruñen cuando las personas intentan quitarles algo casi siempre lo hacen por miedo o inseguridad.
Quieren el juguete o la comida. El juguete o la comida es vital, en este momento, para su comodidad y felicidad. ¡Entonces grandes manos humanas bajan hacia el juguete o la comida y amenazan con llevárselo! Entonces el perro dice, de la única manera que puede: ” ¡Oye! ¡ No te lleves eso!”.
Los perros que no están particularmente apegados a algo en ese momento generalmente no gruñen, a menos que sean muy inseguros. Por ejemplo, si terminan de comer, la mayoría de los perros no protestarán si les quitas la comida que les queda, o si están cansados de jugar, no les preocupará que les quites el juguete.
Y algunos perros han aprendido (a través del entrenamiento o simplemente a través de la experiencia) que los humanos que toman cosas significan que las cosas buenas están por suceder. Cuando su dueño toma la pelota, ¡la tiran de nuevo! Cuando alguien toma algo que el perro estaba masticando de su boca, ¡significa que podría recibir un regalo o un elogio por dejarlo bien!
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Un perro que no gruñe, y no está estresado por renunciar a las cosas que está utilizando para un humano, es un perro seguro, que confía en las personas.