Las mascotas pueden desempeñar un papel tanto en el estado de ánimo deprimido como en la depresión.
Si el dueño está deprimido, a diferencia de la depresión, un perro o cualquier mascota que busque contacto con su dueño, puede aligerar el estado de ánimo simplemente al insistir en ser acariciado y mimado. Las caricias y los abrazos nos dan una sensación de seguridad y amor. Eso puede ayudar, y con frecuencia lo ayudará, a aliviar o incluso eliminar por completo el estado de ánimo deprimido.
Si el propietario tiene depresión, es más complicado. Si el propietario está deprimido y la depresión está en remisión, funciona como anteriormente, pero hay más. Si la depresión sale de la remisión, las caricias y los abrazos tienen el mismo efecto que el anterior. Dado que la mascota necesita que el dueño haga cosas, como alimentarse, caminar y otras cosas, tener una mascota puede influir favorablemente en la depresión. La responsabilidad de cuidar a la mascota puede ayudar a controlar la depresión al mismo tiempo que obliga al propietario a realizar actividades. Sin embargo, hay un problema, parece que solo funciona en personas que funcionan bien mientras están en depresión.
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